miércoles, 25 de abril de 2012

Gabinetes y medios de comunicación, condenados a entenderse

Aunque lamento no haber participado, me encanta la idea que se ha desarrollado hace escasos días por tercera vez en 'nuestra' Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, un encuentro denominado 'Gabinetes vs Periodistas'.
Es curioso que tengamos, a priori, esa percepción de enfrentamiento más que de complementariedad pues,al fin y al cabo, la relación entre gabinetes de comunicación y medios es necesariamente estrecha.
Me considero afortunada por haber pasado por ambos lados ya que me ha permitido aprender y 'desaprender' algunas cuestiones que, lejos de la realidad, son más prejuicios que otra cosa.
Trataré de explicar qué pensaba y qué he aprendido en uno y otro lado.

Mientras trabajaba en medios, antes de tener experiencia en gabinetes, de estos últimos pensaba que:
  1. Tenía que llevarme bien con sus responsables. Nunca se sabe cuándo te pueden dar una buena y exclusiva información, por no hablar del día a día en el que, si te adelantan ciertas cuestiones, convocatorias... te hace al periodista poder trabajar con mayor previsión, etc.
  2. Ellos quieren llevarse bien conmigo. Ya sabéis, por eso del cuarto poder, no vayas a sacar algo que no sea conveniente...
  3. Sus responsables son unos privilegiados. Viven bien, no parece que se maten a trabajar, seguro que ganan sueldos que ni me imagino y además siempre están 'codeándose' con personalidades con mando.
  4. A algunos se les ha subido el puesto a la cabeza. ¿Se creen superiores a mí por estar ahí?
  5. Cuando les hago una petición, tengo que insistirles y recordárselo. Si no, lo dejan pasar o quizá es que no les interese que siga con el tema sobre el que estoy preguntando...
Una vez en gabinetes de comunicación... ese mundo se vuelve del revés. Entonces lo entiendes todo! Pero aún así, no debes olvidar el otro lado. Seguimos siendo periodistas y la ventaja de conocer el trabajo en un medio cuando das el paso al otro lado es que puedes, y debes, ser empático.

De lo que me di cuenta cuando pasé a trabajar en gabinetes de comunicación:
  1. Tienes que llevarte bien con los medios. Efectivamente, esa buena relación es necesaria en ambos sentidos.
  2. Te salen amigos por todas partes.
  3. Hay mucho más trabajo del que parece. El trabajo diario de un responsable de prensa es como un iceberg. Tan sólo la parte superflua está a la vista. Hay un montón de trabajo que no se ve de cara al exterior pero que consume la mayor parte del tiempo.
  4. No es oro todo  lo que reluce. Ni siquiera en el tema económico. Que se cobra más que la media, muchas veces sí, pero es que esa media está por los suelos. En los medios se debe cobrar más y mejor. Y no me refiero a la coyuntura actual. Siempre por convenio los salarios han estado bajos y más si tenemos en cuenta que, por ejemplo, el trabajo en una redacción de prensa escrita no tiene fin hasta el cierre.
  5. La responsabilidad es mucha. Con tu marca, con la institución que representas. Cualquier palabra que digas puede ser utilizada en tu contra.
  6. Los periodistas de los medios son compañeros. Tienen sus propios jefes, muchas veces tienen órdenes directísimas y si les instan a sacar una información o quieren hacerlo por sí mismoslo harán, les ayudes o no. Tú habrías hecho lo mismo.
  7. Dependes de los medios para muchas cosas, como ellos dependen de ti para otras. Ayúdales en lo posible, sé amable, haz más cómodas las comparecencias o ruedas de prensa, ten en cuenta sus necesidades y horarios.
  8. No estás para absolutamente todo lo que te requieran los medios. No tienes que acceder a todas las peticiones. Eso de "para eso estás" no es cierto. Eres un intermediario. Pero ni el medio está a tus órdenes ni tú a las suyas.

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